La educación financiera desde la infancia es crucial para asegurar un futuro económico estable. Estrategias lúdicas, como juegos y simulaciones, ayudan a enseñar a los jóvenes sobre ahorro, gasto responsable y manejo de deudas. Al fomentar la responsabilidad financiera y la solidaridad, preparamos a las nuevas generaciones para tomar decisiones informadas.