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En artículos anteriores hemos explicado cómo hacer planes de ahorro, hemos recomendado apps para ahorrar en las finanzas diarias y hasta algunas reglas de ahorro.

Normalmente, cuando alguien se propone un plan de ahorro lo hace pensando en gastarlo en algún proyecto (vacaciones, un nuevo auto, reformas, estudios…), pero, ¿Qué pasa si ahorramos y no tenemos pensado un proyecto donde gastar esos ahorros?

Una opción es acumular ese dinero en el banco y dejarlo ahí. Pero quizá una opción más atractiva es invertir ese dinero y hacerlo crecer. ¿Pero por dónde empiezo?

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Nociones básicas sobre inversión

Lo primero que te recomendamos es que no te precipites. Antes de invertir un solo peso es recomendable que entiendas algunos conceptos básicos sobre la inversión y cómo funciona.

Las inversiones suelen tener cientos de tecnicismos y conceptos complicados de entender. Aquí te destacamos los más esenciales:

Inflación

La inflación es el aumento en el precio de productos y servicios en un periodo de tiempo.

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Al proceso contrario (descenso de precios) se le llama deflación (que a no ser que vivas en Japón es un fenómeno que no te debe preocupar).

La inflación en México suele ser relativamente alta: Según datos oficiales, en el periodo enero-junio de 2021, ha llegado al 5,8% (No es una inflación enorme como por ejemplo existe en Argentina o Venezuela, pero sigue siendo una inflación considerable).

¿Qué significa esto? Significa que si tienes ahorros en un momento dado, con el paso del tiempo esos ahorros “valdrán menos”.

Es decir, que lo que puedes comprar hoy con $20.000, de aquí a un año costará más. Por eso la inflación es un motivo más por el cual invertir.

→ ¿Qué son las Acciones? ¿Cómo Invertir en ellas?

Capital inicial

El monto de dinero que empezarás a invertir. ¿Sencillo, no? Dependiendo del tipo de inversión o del sector (y de producto), se pueden requerir montos mínimos.

En el día a día se pueden encontrar inversiones que requieren un capital inicial de $50 o de $500.000, por lo que no existe un capital “mínimo” en general, depende de cada caso.

Riesgo

No existe inversión sin riesgo. Toda inversión conlleva consigo un determinado riesgo. ¿Pero qué es el riesgo?

El riesgo es la probabilidad de que una inversión produzca un rendimiento menor al esperado o incluso conlleve la pérdida de una parte (o de todo) el capital inicial.

Con esto no queremos asustarte. Aunque hayamos visto que toda inversión conlleva un riesgo, hay inversiones muy seguras e inversiones no tan seguras.

Del % de riesgo también suele depender el rendimiento producido. A mayor riesgo, mayor es el rendimiento.

Por ejemplo, la inversión en criptomonedas o en bolsa es una inversión con un gran riesgo, por lo que el rendimiento es muy alto.

En cambio, la inversión en depósitos bancarios o en vivienda suele ser mucho más segura, pero también con rendimientos menores.

Rendimiento

El rendimiento es el beneficio económico que genera una inversión cuando se ha cumplido el plazo. Suele expresarse en porcentaje y puede ser positivo o negativo.

Diversificación

¿Recuerdas la expresión “nunca pongas todos los huevos en el mismo cesto”? Pues con las inversiones pasa lo mismo.

La diversificación consiste en repartir tus inversiones en diferentes productos de diferentes sectores a fin de reducir el riesgo.

→ ¿Cómo Superar el miedo a Emprender?